La decoración rústica y vintage del lugar es simplemente encantadora, creando un ambiente acogedor que le da carácter al hotel. Las vistas a la Alhambra desde la habitación generan una experiencia visual impresionante, y la comodidad de la cama permitió un descanso reparador.

El acceso al hotel se complica con varias escaleras, lo que puede ser un verdadero reto para quienes cargan maletas pesadas. Además, la insonorización de las habitaciones es deficiente. se siente cada movimiento en los pasillos y otras habitaciones. La calidad del desayuno dejó un poco que desear, considerando el precio de 12 euros por persona. La falta de perchas en el armario y el espacio limitado para productos de higiene en el baño son detalles que podrían mejorar la experiencia general.

encantador pero con acceso complicado

La habitación era amplia y cómoda, con un ambiente acogedor gracias a la decoración rústica. Además, la atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar con una sonrisa.

El acceso al hotel es incómodo, pues hay que subir varias escaleras y no se puede llegar directamente en taxi.

Vistas impresionantes de la Alhambra, arquitectura histórica respetando el edificio original, encantador patio al aire libre

El acceso al hotel es incómodo, hay muchas escaleras difíciles de subir!!! La señal de WiFi es bastante débil en algunas habitaciones!!! Las duchas tienen problemas de ventilación!!! La limpieza fue inconsistente, noté algunos detalles descuidados!!!

Prueba el delicioso té de la tarde, una opción encantadora para relajarte después de explorar el barrio del Albaycín.

Merece la pena? Mi respuesta

La ubicación es ideal, casi al lado de la Alhambra. Las vistas desde la habitación son impactantes y el personal se destaca por su amabilidad. Sin embargo, el acceso a las habitaciones puede ser complicado por las escaleras y la calidad del desayuno no cumplió con mis expectativas. Aún así, la experiencia fue agradable.

Las vistas de la Alhambra son simplemente impresionantes y la arquitectura histórica del hotel le da un encanto único.

El acceso al hotel es algo incómodo, ya que hay que subir escaleras y no se puede llegar directamente en taxi.

Una experiencia palaciega inolvidable

La habitación con vistas a la Alhambra era impresionante, me sentí como en un sueño. El desayuno era fantástico, con productos frescos y locales. El personal fue muy atento y nos hicieron sentir como en casa. Sin embargo, el acceso al hotel implica subir varias escaleras que pueden ser complicadas para algunos.

En mi visita a Granada, me alojé en el Palacio de Santa Inés. La habitación era muy confortable y me encantó el buen sabor que se refleja en su desayuno. Aunque el acceso puede ser algo complicado, el ambiente y atención del personal hacen que valga la pena. Sin duda regresaré.

Un buen lugar para una visita momentánea en Granada con una buena relación calidad-precio. El personal fue muy amable y nos ofrecieron una botella de vino espumoso para disculparse por los problemas con la puerta. Así que lleva siempre contigo la tarjeta del hotel por si acaso.

La habitación era amplia y bonita, con buenos colchones. La ubicación es excelente, cerca de la Alhambra y con un ambiente encantador. Sin embargo, tuvimos algunos inconvenientes con el mando a distancia de la televisión y la limpieza podría mejorar, ya que encontramos algunos objetos que no eran nuestros. A pesar de esto, fue una estancia agradable y cómoda.

Vistas impresionantes y atención increíble

Me alojé en una habitación con vista a la Alhambra, ¡y wow! Poder verla desde la cama fue de otro nivel. La decoración del lugar era muy acogedora y me hizo sentir como en casa. Desayunar en la habitación con un buen café local fue un buen detalle. Aunque subir las escaleras para llegar no fue fácil.

fue una estancia maravillosa en granada. la hospitalidad y amabilidad del personal superaron mis expectativas, haciendo que me sintiese como en casa. la habitación era espaciosa, con un encanto antiguo y una vista impresionante a la alhambra, lo que añadió un toque mágico a mi descanso.

el mando del aire acondicionado no funcionó.

La habitación con vista a la Alhambra me hizo sentir como si estuviera en un cuento de hadas—la vista era tan impresionante que casi se puede escuchar a los moros cantando. La decoración rústica y vintage del lugar realmente le da un carácter acogedor, como si fuera un refugio secreto. Además, el desayuno era un festín de productos frescos y locales que dejarían a cualquier foodie sonriendo de oreja a oreja.

Acceso complicado

Elegí el Palacio de Santa Inés por su ambiente único y no me decepcionó. La decoración rústica y vintage le da un toque acogedor, realmente me sentí como en casa. Las vistas a la Alhambra desde mi habitación eran impresionantes, un verdadero lujo. La cama era súper cómoda, pude descansar sin problemas. El desayuno tenía productos frescos y variados, aunque me hubiera gustado más opciones calientes. Sin embargo, el acceso al hotel es un poco complicado. Subir las escaleras para llegar a la entrada puede ser un desafío. La limpieza en mi habitación podía mejorar. encontré algunos detalles que parecían haber sido pasados por alto. A pesar de esto, la amabilidad del personal realmente destacó, siempre estaban dispuestos a ayudar con una sonrisa. Sin duda, volvería para disfrutar más de su encanto, pero espero que atiendan esos pequeños inconvenientes.